Carta a una madre
Querida mama, jamás pensé que llegaría a escribirte esta carta.
Tal vez me has obligado durante demasiados años a reprimir
mis sentimientos.
Siempre quise que fueras mi amiga además de mi madre,
eso jamás fue posible.
Si de algo me siento culpable es de haber querido mas a mí
padre que a ti, cuando has sido tú la que ha estado a mi lado,
aunque no hayas sido la mejor madre del mundo,
has intentado que no me faltara de nada,
aunque sea en el plano material.
También me has herido muchas veces, aunque ahora sé,
que ser madre no es una asignatura fácil de aprobar.
Siempre dices que ya no soy cariñosa, si lo soy,
solo que ahora me cuesta mucho sacar la ternura y demostrarla.
Siempre me digo a mi misma que no te necesito, es falso,
muchas veces cuando acaba el día, en la soledad de mi habitación
desearía que estuvieras ahí y me acunaras como cuando era una niña.
Una vez mas no es posible, como no ha sido posible cuando te he
necesitado. Siempre me he sentido sola y desprotegida y tuve que
endurecerme para no acabar enloqueciendo.
A pesar de todo no puedo culparte de nada, solo has intentado ser feliz,
aunque para ello hayas tenido que dejarme a mí a un lado.
Yo no soy quien para reprocharte nada, me has hecho de madre
lo mejor que has sabido. Hace apenas dos años estuve a punto de
perderte, tu corazón decidió pararse y yo pensé que nunca volvería a verte.
Llore desconsoladamente mientras tu te debatías entre la vida
y la muerte en la Uci, le pedí a Dios que no te llevara con él,
creo que jamás mi llanto había nacido de tan adentro.
Afortunadamente no te perdí.
Quiero que sepas que siento mucho que no
hayas alcanzado la felicidad que soñaste, fue por eso por lo que tu
corazón se paro, tu tampoco te has sentido querida nunca. Pero quiero
que sepas, que aunque yo no te lo demuestre con mimos o con palabras
Te quise, Te quiero y Te querré siempre, por toda la eternidad
Gracias por darme la vida
Tu hija
©Mary Lorenzo
No hay comentarios:
Publicar un comentario